Page 12 - REVISTA ABRIL
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LOS JUEGOS
FLORALES
Se trata de un certamen que premia la poesía y que se celebra sobre todo en
Cataluña. Su origen se encuentra en Toulouse, en el siglo XIV, cuando el
occitano era la lengua de la poesía por excelencia.
Debido a las buenas relaciones entre las tierras occitanas y Cataluña,
Barcelona siguió el ejemplo de esta ciudad francesa y en 1393 celebró sus
primeros Juegos Florales, hasta finales del siglo XV.
En el siglo XIX, durante la "Renaixença", un período de esplendor para las
letras catalanas, los Juegos fueron reinstaurados tras tres siglos de
decadencia, durante los cuales no se permitió ningún tipo de manifestación
literaria. Gracias a la recuperación del certamen, se empezó a valorar a la
lengua como vehículo de cultura. Desde entonces, no ha dejado de
celebrarse, sobre todo en colegios y de la mano de instituciones culturales.
Actualmente, la institución que los convoca el Consistorio de los Juegos
Florales, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona. El
Consistorio invita a participar a un personaje, llamado Foráneo, no residente
o no nacido en Cataluña, pero que tiene relación con el territorio y que
colabora con la fiesta explicando sus sentimientos y vivencias y los valores
que ha encontrado en Cataluña.
Siete jueces otorgan los premios, que consisten en:
- La Flor Natural es el premio de honor concedido a la mejor poesía que
canta al amor.
- La Englantina de Oro premia la mejor composición de carácter patriótico
sobre un tema histórico o que glose o exalte valores presentes o proyectos
de futuro de la patria.
- El Pensamiento de Oro y Plato al mejor poema que sobre la fe y los valores
espirituales.